Resumen |
La medición del bienestar subjetivo se enmarca en un creciente consenso a nivel internacional respecto de la necesidad de dar seguimiento al progreso social desde la perspectiva de las experiencias de vida de la gente más que desde la disponibilidad de bienes y servicios. Esto implica llevar las mediciones del bienestar “más allá del PIB”, para centrarnos en reportes sobre la calidad de vida que nos ayuden a evaluar la medida en que la población disfruta de su vida, si está satisfecha con ella y con algunos de sus principales aspectos, si tienen sentido de propósito y si reporta experiencias gratas y significativas. Se trata entonces de un esfuerzo por reconocer que los destinatarios finales del progreso son las personas y que por eso es necesario poner la atención menos en los aspectos materiales y más en el bienestar mismo que cada quien experimenta.
Para la medición del bienestar subjetivo, el INEGI ha implementado instrumentos de captación conocidos como módulos de Bienestar Autorreportado (BIARE) por medio de los cuales se solicita, a personas de 18 y más años de edad, que consideren un conjunto de aspectos relacionados con sus experiencias de vida y les otorguen una calificación. El diseño conceptual de BIARE sigue los lineamientos emitidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que México es miembro. En esta ocasión, se presenta información actualizada del módulo “BIARE básico” a julio de 2023, mismo que acompaña, durante el primer mes de cada trimestre, al levantamiento de la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO), con una muestra de 2 336 viviendas distribuidas en 32 ciudades (una por entidad federativa). BIARE básico brinda, por tanto, seguimiento continuo a información representativa de la población urbana adulta del país.
El balance anímico de la población se construye con base en los estados de ánimo que las personas experimentaron el día anterior a la entrevista, mismo que se expresa en un rango de -10 a 10. En promedio, el balance anímico de la población adulta tuvo un valor positivo de 6.4. Este tiende a ser mayor en los hombres que en las mujeres, lo cual se ratifica con los datos que reportan 6.6 y 6.2, respectivamente.
En julio de este año, en una escala de 0 a 10, la población adulta urbana calificó su satisfección con su vida con un valor promedio de 8.3. Sin embargo, 9.7% de las personas de 18 y más años se encuentran “insatisfechas” (con calificaciones entre 0 y 4) o “poco satisfechas” con la vida (5-6), es decir, por debajo del umbral a partir del cual se considera que la población se encuentra “moderadamente satisfecha” (43.5% califican entre 7 y 8) o “satisfecha” (46.8% califican con 9 y 10).
La población adulta se reporta más satisfecha con sus ámbitos personales que con los públicos. En julio de 2023, las relaciones personales y la actividad u ocupación presentan el nivel más alto de satisfacción, ambas con un promedio de 8.7. Por su parte, el promedio de satisfacción con la vivienda fue de 8.6, mientras que el de satisfacción con sus logros en la vida resultó de 8.5 en promedio. Su salud y las perspectivas a futuro presentaron un promedio de 8.4 y la satisfacción con el nivel de vida promedió 8.2. El menor nivel de satisfacción en el ámbito personal fue el tiempo libre (7.8). En contraste, en el ámbito de lo público, la seguridad ciudadana fue el ámbito de menor calificación (5.3); mientras que el nivel de satisfacción con el país es 7.2, el valor correspondiente a la satisfacción con la ciudad en la que habita es 7.5 y con el vecindario es de 8.0.
El INEGI da a conocer los resultados del BIARE Básico dos veces por año. En esta ocasión se presentan los que corresponden a julio de 2023. |