ANTECEDENTES DEL PROYECTO ESTADÍSTICO
En referencia a la mejora continua de las estadísticas nacionales, así como la necesidad de producir nuevas estadísticas y herramientas para el monitoreo y análisis de la eficiencia energética en México, se pudo identificar que no existe una encuesta que satisfaga las necesidades de análisis para una temática amplia del tema. En este sentido, la información pública del INEGI es de gran importancia en la mayoría de los sectores analizados. Si bien algunos datos sobre el uso de energía y eficiencia energética se pueden encontrar en los módulos y apartados de distintos instrumentos del INEGI, esta información no se identifica de manera sencilla, y se debe recurrir a diversas fuentes de información.
Históricamente, México ha contado con estadísticas nacionales que permiten conocer y hacer estimaciones del total de energía que se consume en el sector residencial y determinar que el total de los energéticos que dispone este sector en el país son: gas LP, electricidad, leña, gas natural, querosenos y energía solar.
Las estadísticas de consumo eléctrico del sector residencial han sido proporcionadas por el suministrador básico, en este caso la Comisión Federal de Electricidad, empresa productiva del estado que reporta a la Secretaría de Energía el total de la facturación de las tarifas residenciales. Sin embargo, el auge por la energía renovable y en particular el interés de la población por la instalación de paneles fotovoltaicos viene en ascenso.
En el caso del gas LP y gas natural, los registros sectoriales provienen de las facturas que compañías distribuidoras reportan como parte de sus ventas a este sector. Sin embargo, también el auge por los sistemas de calentamiento solar, vienen desplazando la necesidad de estos gases, con la complejidad que existe el seguimiento de estadísticas en cuanto a los sistemas instalados en los hogares del país.
Respecto a algunos derivados del petróleo, las cifras a las que se dan seguimiento corresponden a las ventas que realizan algunas distribuidoras para necesidades del sector residencial.
Finalmente, los datos de consumos que la SENER publica respecto al consumo de leña, corresponden a estudios de estimación asociados consumos muestrales en varias regiones y extrapolados a todos los hogares del país. Sin embargo, estos fueron realizados hace casi una década.
Conocer al detalle el comportamiento sobre el consumo de energía y sus usos finales dentro de las viviendas no es una tarea sencilla dadas las diferencias en la estructura, comportamiento y costumbres de la población.
De acuerdo a estudios realizados por la CONUEE, se ha podido establecer que cada uno de los aparatos eléctricos utilizados en el hogar consume diferentes cantidades de energía, dependiendo de su eficiencia energética y de cuánto tiempo se utilicen al día o a la semana, entre otras condiciones.
Por ejemplo, el tostador de pan y la plancha funcionan con resistencias y consumen mucha energía; sin embargo, el tostador se utiliza menos tiempo que la plancha y, por lo mismo, ésta última consume más electricidad. Los motores de las lavadoras de ropa y las licuadoras tienen diferentes potencias y, por ende, es diferente su nivel de consumo eléctrico. Lo mismo se puede decir del radio y de la televisión: si ambos están encendidos la misma cantidad de horas, se pagará más por lo que consuma el televisor que por el radio, ya que el primero es de una mayor potencia.
Cabe señalar que la iluminación podría representar la tercera parte del consumo de energía eléctrica dependiendo del nivel de equipamiento de las viviendas, pero si se cuenta con un sistema de aire acondicionado el panorama puede ser otro. Asimismo, el refrigerador es también uno de los aparatos que más consumen energía, en el mercado nacional se pueden encontrar diferentes tamaños, marcas y tecnología, con servicios adicionales y en consecuencia pueden tener un consumo muy diferente entre sí.
De esta manera, los estudios para conocer el comportamiento del gasto y consumo de los energéticos son relevantes, ya que reflejan los hábitos de la población y sus preferencias, identificar el uso y características de los aparatos que utilizan energía en la vivienda, dada la diversidad en el equipamiento y la variabilidad en su utilización y potencia.
La relevancia de estas relaciones va más allá de conocer el gasto familiar en usos energéticos dentro del sector residencial. Determinar los usos de la energía y costumbres dentro de las viviendas puede ser trascendental para determinar un conjunto muy variado de políticas públicas en distintos sectores de interés nacional, y coadyuvar al bienestar de la población mediante la toma de decisiones.
Por ello, se plantea por primera vez realizar una encuesta sobre el tema, con la cual se busca obtener y proporcionar información necesaria a investigadores, académicos, instancias reguladoras, fabricantes, empresas energéticas, y tomadores de decisión para la definición de políticas públicas multisectoriales, entre ellas las de eficiencia energética dirigidas al sector residencial. Asimismo, se busca seleccionar y definir aquellos datos que mejor ayuden a los responsables de la toma de decisiones a la generación de políticas públicas para beneficio de los usuarios hacia un consumo más responsable.
Dado que los análisis de encuestas internacionales mostraron que las encuestas de uso final de la energía fueron aplicadas y analizadas por las instituciones de estadísticas de cada país. Se recomienda que, para el caso de México, se debe aprovechar la gran experiencia que tiene la Institución de estadística gubernamental (INEGI), para la implementación de la encuesta diseñada en este proyecto.
Para mayor información consulte el apartado 1 Aspectos generales del documento Diseño conceptual: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/encevi/2018/doc/encevi2018_diseno_conceptual.pdf